SOY ESCRITOR

No solo soy un escritor, sino soy un hombre que arma con las letras unas palabras bonitas que dan con tu sentido, una especie de arquitecto que trabaja en un espacio y forma su mayor obra de concreto.

Hoy se prende una vela. Siempre quise escribir, de todos los capítulos de mi vida, desde muy pequeño sentí que algún día lo plasmaría en un pedazo de papel, las mil y un historias de mi crecimiento como también de la lucha constante que se tiene en la vida, las hojas del cuaderno se harían interminables de todo lo que el ser humano tendría que escribir, empezar con un borrador escrito con el corazón para luego transcribirlo con la mente en un papel blanco sin manchas y poder lucirlo y releerlo con mucha nostalgia. Es una linda etapa en mi vida que estoy pasando y que no cambiará ninguna salida de fin de semana por enclaustrarme para escribir algo ya sea memorable, articulo o archivo, historia o simplemente narrativa, y/o tan solo un cuaderno viejo llamado “colección de hojas” donde se escribió cosas muy personales que nadie podría ver ni leer hasta el día de mi muerte.

Es una pasión que te lleva, te arrastra por lo más hondo como cuando se está en la orilla de la playa y eres arrastrado indiferentemente por las minúsculos granos de arena mojada por debajo del agua, hasta verte por medio o hasta el fondo del océano y solo te queda ver por encima de tus párpados lo silencioso que estas, sin el respirar y solo tu mente empieza a dar marcha como una cinta de video por lo que se te viene al recuerdo; escribir es eso y más, es ser tú , dándole forma a tu corazón, a lo que siempre quisiste pero nunca te atreviste, te sientes más que lleno, empachado de tanta conciencia que tiene que ser escrita y si fuera posible transmitida para que el mundo sepa que lo que redactaste no es solo un pedazo de basura sino historia que un ser humano terrenal ha estado y dejado huella en este mundo.

Nunca tuve intenciones de ser escritor ni hacerme amigo de las palabras y menos de los libros, todo empezó cuando en el convento me enamore de las grandes líneas saturadas de tanta sabiduría cristiana y al hacer todo lo que me gusta tenía que ser plasmado, y así fue, no pude negarme esta voluntad que se fue convirtiendo con el paso de los años en pasión y ahora es más que mi propio ser, escuchar sonar el teclado de la laptop o de la antiguamente mi compañera una máquina de escribir de tinta y papel carbón, donde surgía toda idea que podía ser transmitida.

Mañana seguramente mis pensamientos se irán, o me perderé en el recuerdo con el propio Alzheimer, o lo que es peor enloquecer a corta edad y de más no está el reconocimiento de mi síndrome de asperger que podría padecer sin darse cuenta mis padres desde un principio, la rareza con que pienso y escribo me hace sentir que estoy más allá de toda esta definición. Lo importante espero que cuando la vela se apague y no tenga nada más que ver sea porque haya muerto…

-Olav A.-