top of page

Sino fuera por la manzana

En la primera y única creación del ser humano en el paraíso, fue de un hombre llamado Adán y una mujer que fue hecha de la costilla del hombre llamada Eva, quien con su pecado salimos la generación que estamos presentes por siglos de siglos en la tierra.


Hace miles de años en la procreación de nuestro Señor Misericordioso, de introducir a una bella dama en el paraíso para dar compañía a un hombre, fue que hicieron la unificación de su propia carne por medio de la divinidad celestial y universal, aunque suene a leyenda, mitología católica o simplemente un fácil entendimiento de la existencia del hombre en la tierra y de la futuras generaciones ayudada por la mujer, es hoy por hoy que celebramos este día maravilloso, día en el cual recordamos a nuestras mujeres –madres, amigas, novias, esposas, familiares féminas—que siempre estarán a nuestro lado, y, no lo menciono porque solo hay dos sexos y varias sexualidades andando en las calles de nuestras ciudades, sino todo lo contrario porque detrás de un caballero hay siempre una dama que nos hace madurar, ver las realidades y sobre todo a entender muchos signos que ellas solo entienden y que nosotros por ser varones en muchas ocasiones estamos perdidos y nos complicamos al “no entenderlas”.


Hablar de esa mujer que todos recordamos hasta nuestros momentos más trágicos o lo que es peor el grito de impulso que los hombres hacemos y nos cuesta reconocer es aquella que nos dios la vida, materia y forma, diferencia y similitud. Todo es diminuto en cuanto nos referimos a ellas que es inalcanzable la tarea diaria que hicieron con nosotros los hijos, venir de ella es demasiado valioso y fuerte, aquel conducto que hace que desde que salimos al aire en la tierra percibimos su olor para siempre y no despegarnos jamás. Eso hacen ellas y muchos no sabemos apreciarlas, valorarlas, sin embargo tratamos de hacer que pasen una vida que solo ellas entienden, faena que lo hacen por amor, amor que lo dan sin interés, interés de solo ver que crezcamos y seamos el mejor orgullo para ellas, ellas que nunca olvidaremos ni aun estando en nuestros últimos minutos de aliento. Eso y más son ellas. Nuestras madres.


No quería dejar de decir lo grato que estoy y en deuda por haberme traído en este mundo que sin garantía y ni manual de instrucciones estoy presente dándole lo mejor que puedo y la seguridad que merecen por las épocas que pasan, convirtiéndose en nuestra niña bonita mucho más allá que una madre.

Feliz día internacional de la Mujer!!!.

-Olav A.-

Comentarios


© 2018 por Olav Alcántara. Creado coh Wix.com

bottom of page