top of page

Sin nombre

La soledad, la nostalgia, la melancolía, son emociones que hacen que juntas puedan hacer hablar y expresar todo lo mejor de sí mismo, y esta memoria podria decir mucho o poco tal vez pero es mi comunicación con mi interior.


Hoy amanecí bajo un clima muy característico de la ciudad que me acoge, grisáceo y nebuloso con el color que lo pinta y nunca se olvida de sí mismo, pues no tengo ganas de irme de mi departamento, enciendo la música en mi compact disc y colocó como especie de Rock ola una música suave del artista que salió elegido en esos momentos, asleep – the smiths, me dirijo a la cocina por un taza de café cargado, siendo las pequeñas horas de la mañana, nueve y quince, no me atrevo ni siquiera a ver lo que está en el medio de la mesa de centro o peor lo que está esperándome en el suelo a pies de la puerta de salida, ignoro todo lo que acontece en ese momento en el mundo y me encierro tan solo en el mío, cojo el libro que estoy leyendo con una temática de drama amoroso y sentimientos encontrados de la presión interna que invade a Charlie*. Empiezo a leer recostandome en el único sofá que compré en momentos pasado careciendo de estilo pero si gozando de mucha comodidad para que me apodere del como parte de mi propio cuerpo, levanto la taza de café y bebo un sorbo para pasar el paladar amargo que traigo después de levantarme, comienzo por el capítulo a leer sin más preámbulos y saltándose los agradecimientos y la dedicatoria –porque es la segunda vez que lo leo—me interno tanto visualmente como mentalmente en las escenas que trae consigo la vida de Charlie y sus amigos que lo ayudan a encontrarse poco a poco y ser el niño común que desea vivir en sus diferentes etapas, identificándome con él. Estoy llevando puesto una albornoz claro arena con una pantuflas negras y un cobertor de lana con el libro abierto entre manos, termino por otro sorbo de café mientras mis ojos están puestos en las líneas que describen a ese personaje que me atrapa cada vez que lo leo, terminando muchos capítulos después de dos horas de lectura, cierro por un momento para cambiar el disco rotativo por casi tres veces, pasando a escuchar a DIDO con su primer tema “HUNTER”. Camino por un momento en forma circular en el departamento no abandonando el hall o pequeño saloncito en que reposa mi sofá con su mesa de centro, voy a por la ventana y me fijo que el clima sigue su curso de forma normal y sin cambiar de color, la escena se torna turbia y muy entristecedora, cosa que ayuda mucho para mi clima anímico y así poder empezar a redactar lo que se viene amenazando en mi mente, no descifro que es lo que escribiré pero si estoy convencido que es algo muy opaco o nostálgico como un árbol bajo la sombra de un cielo gris en medio de la nada por alguna montaña de Londres, con el café en mano andando inmovilizado en frente de la ventana observando una pequeña lluvia que cae por la ciudad me quedo estupefacto de lo que pasa sin más que pensar y al compás de la música número cinco del cd de la mencionada me aferro más a la nostalgia que empieza a denotarse, quiero y no quiero ya empezar a redactar, coger el cuaderno y a manuscrito empezar ello, pero el libro me mira como si me estuviera diciendo “termina de leerme, que falta poco”, pero no obedezco a su señal, continuo caminando a paso lento por el perímetro de mi guarida, solo y sin más ni más terminó encendiendo un cigarro y solo con la potencialidad pura que me azota en mi cabeza y en silencio disfruto mucho de lo que acontece en esos momentos, dejó la taza de café con el cigarro en el filo de mis labios busco un rincón, en el cual me haga sentir más personal e íntimo conmigo mismo en todo mi sala del departamento, lo hallé pero esta algo sucio al igual que todo en esta zona, pero me abandono en ello. Me sumerjo en el suelo con las piernas en forma de cuclillas y mi cigarro en mano trato de pensar y seguir pensando sin decir alguna palabra solo hago que la cinta de mi propio casete siga corriendo en mi mente, acompañado con la música en ese instante, no sé en qué es lo que pienso pero si me permito a seguir descifrando qué son las escenas que me acompañan hasta terminar mi cigarro.

Permanezco por casi una hora en esa misma posición, ya terminando el cigarro solo empiezo a tocarme el rostro para luego apoyarlo con la palma de mi mano y el codo apoyado en mi rodilla, sintiendo una extrema nostalgia y algo más fuerte que no tengo nombre pero me aqueja de una forma muy especial y solemne que disfruto mucho en ciertos momentos muy consecutivos de mi vida, me aborda el recuerdo de las personas que deje, y que dejaré en algún momento, mi familia y lo que me costó desprenderme para ser parte entera de mi libertad y mi independencia, lo tengo todo, familia que me esperara en algún momento de la vida con los brazos abiertos, país seguro para morir aunque haya elegido un “N” para vivir, estudios realizados y siguen en camino a una nueva superación, trabajo que me permite darme el lujo de tener todo lo bueno pero mucho mejor lo necesario, la tranquilidad y paz que siempre siento porque no me he portado mal y no creo tener enemigos, Dios que es lo más importante en mi vida de diferentes maneras se manifiesta y me controla de un modo que nadie puede imaginarse, --hasta la fecha no se si estoy solo de verdad—el me protege y me cubre de todo lo que acontece en el mundo fuera de mi apartamento. Tan solo me falta algo que siempre anhelo tener pero es difícil de que llegue por las muchas exigencias que me doy y quiero para conmigo de una persona por más simples que sean pero no llegan a juntarse en una sola todo ello.

El hecho que cada vez que pido no llega y cada vez que llega no lo he pedido, comienzo a levantarme de mi aposento infiltrado de frío y por más de una hora, siento que todo lo tengo adormecido, voy por otra taza de café y enciendo otro cigarro, me recuesto de lo más cómodo y complaciente en el sofá, tirando el libro de lado y el cobertor hacia el extremo del mencionado, igualmente el cd paso a dar repetitivo y no quiero que se marche esa imagen y ese clima que había recogido y que había hecho que no me apartara de mi apartamento ese día, renunciando a todo y hasta de mi estilo de vestir decidido abandonarme en mis pensamientos prosigo a colocar otra música especial e igual de nostálgica que las anteriores pero esta vez con baladas un poco más intensas, sin poder hablar solo que mi cerebro hablase en silencio, ya son la una con treinta y cinco minutos, el hambre no me azota el estómago no me pide alimento, me refugio en mis cosas como había empezado acompañado con mis vicios de costumbre –cosa que en casa de mis padres no lo hacía ni haría porque estaba prohibido—el cigarro y el café cargado, ello me mantenía en el hilo de mi propio clima que había recogido ayudado por las luces tenues y las cortinas entreabiertas y las ventanas empapadas de la lluvia que si se hizo presente y no terminaba de irse. Los temas de Regina spektor empezaba a presenciarse por el disco variado que coloque al azar para que acompañe el compás de mis pensamientos, se me cayó una lágrima incontenible caminando como un animalito en pleno oasis, y no me permitía hablar para nada, se congeló los sonidos de las cosas y demás que habían en mi guarida, empecé por coger un cuaderno y el bolígrafo daba marcha a que los pensamientos se plasmen de una buena vez, escribo sin pensar , es el corazón quien escribe por mí haciéndose presente en mis dedos que dibujan las palabras dando forma a las oraciones y expresiones que siento, no sé qué es lo que escribo en un principio pero luego dan sentido y coherencia a lo que estoy sintiendo en esos momentos embargado por un sistema anímico que ni yo mismo comprendo pero que me fascina estar en esa especie de limbo o asperger, centrado en una sola mirada y sumergiéndome en lo más profundo de mi ser sin contar que el mundo está presente.

Sin prestar atención alguna a la música ni a la cajetilla de cigarros que está en la mesita de centro sigo penetrado en ese presente y en mi redacción, en especie de cuclillas en el sofá me ato a él con el mayor de los placeres, el móvil suena pero no estoy con los sentidos conectados para el mundo de fuera solo para mí y sin alguna tecnología que presta a cualquier servicio, solo mi música, mi vicio, mi escrito y mis pensamientos, todo está sucio, alborotado, la cama destendida, y la ropa sucia por doquier en el cesto, los zapatos con las calcetas dentro debajo de la cama sin ánimos de ser atendidos por mi persona.

Prosigo con mi redacción marcando ya dos, tres hojas de las cuales se ponen en manifiesto muchas cosas que solo el autor sabe, sin nadie que me espere y ni esperando a nadie sigo como voy en mi apartamento. Descanso un poco del bolígrafo y abandono un momento todo para cambiar la taza de café cargado por una copa de vino tinto acompañado con un cigarro nuevo en los labios, sin palabra alguna y la respiración profunda y exhalando el humo del tabaco, continuó pensando y pensando, son las cinco y cuarenta y cinco de la tarde, el ocaso está por hacerse presente, entre las claras o tenues cortinas que acompañan a mi única ventana que padece mi apartamento. Término de caminar para buscar otro lugar de acogida para este cuerpo nostálgico y con los vicios en mano encuentro uno nuevo cerca al escritorio de enfrente del sofá extremo derecho junto al a pared, me coloco a lado de él, y me siento en el suelo como lo anterior, apago la luz de mi sala, y se enciende la luz pública, me encuentro en el tercer piso de una casa casi colonial en una avenida tranquila que la ventana de mi piso da junto al poste de luz, y hace que una ráfaga de su amarillenta luz se acueste en mi rostro mirándola término de fumar y mi copa en el suelo conmigo se apasionan y aprisionan de esa luz dándole más imágenes que poco a poco se ven concentradas en mi cerebro, pronto darán las seis de la tarde aquí y solo disfruto del ocaso que está surgiendo ahora mismo, llega el momento de que se cubre por la noche y el cielo se hace violeta hasta terminar de un fondo oscuro y negruzco donde el poste con la luz se hacen más protagonistas del escenario, decido levantarme y terminar todo lo que acontecía, pero antes de todo terminar con mi escrito. Enciendo la luz del piso, me acuesto esta vez en el sofá apoderándome del bolígrafo y de las hojas hasta terminar lo que empecé, siendo ya las seis y veinte de la tarde continuo, ya después de una hora paso a abandonar poco a poco todo lo que me acompañó en ese día: mi música, mi vino, mi tabaco, mis hojas y el bolígrafo, mis pensamientos y me establezco a la realidad.

Termino con apagar todo y dar paso a la televisión, para luego buscar algo de ropa limpia y sumergirme en mi intimidad, la ducha que me espera, luego termino con la parte que quería siempre decir, y es que no tendrá un nombre especifico esto que siento ni lo que redacto hoy entre líneas pero si hay un sentido muy particular de lo que quiero algún día que esto suceda con la mayor libertad posible sin pensar en nada objetivo solo dejándome llevar por mi pensar y estaría más solo sin mi soledad pero ella es parte de todo esto que hoy me sucede.


-Olav A.-

Comments


© 2018 por Olav Alcántara. Creado coh Wix.com

bottom of page