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QUIERO QUE SEAMOS DEL MISMO TAMAÑO


Te di lo mejor de mí, pero nunca fue suficiente; te ofrecí mucho o poco pero siempre había diferencia. Siempre esperas y esperas. Hoy en día ya no vivimos en un mundo de príncipes y princesas. Donde el hombre pretendía, conquistaba, compraba, impresionaba para ser aceptado por la damisela. Habemos hombres que anhelamos una mujer que quiera vernos por igual, independiente de lo que cada uno traiga consigo: un pasado, profesión o estatus.


A veces veo que la mujer lo único preciado que tiene para ofrecer es solo su cuerpo y que, al entregarlo a un hombre, entrega todo; y no siempre es así. El hombre acoge y coge un cuerpo que espera por ella y no solo como un cazador en medio de la jungla. Tanto las esposas, novias, etc., para reconciliarse o por esperar piensa que el mejor ofrecimiento es el cuerpo en el sexo: ¿y dónde quedaron las palabras? ¿Dónde quedo la fe, el amor y la conciliación para arreglar las cosas entre dos?


Sobre-valoramos mucho el cuerpo femenino como el mejor trofeo, será porque toda la vida nos hemos hecho fama de perros, lo que antropológicamente se define como: los perros no se aman solo se necesitan. Y, es por ello; que las mujeres no han estigmatizado de la misma manera.


Ahora entra a tallar varios aspectos como el egocentrismo y el narcisismo confundido con la autosuficiencia. Ya que; la autosuficiencia es un ser independiente en todo sentido sin hacer sentir mal o herir a su pareja. Ayuda y construye. En cambio; el narcisismo solo se enamora de si mismo. No necesita a nadie y, por ende; encontrar a una persona es solo un valor agregado que si se marcha le da igual. Sin embargo; el egocéntrico rechaza todo lo que vaya en su contra.


He tenido una pareja que pese a ser narcisista y egocéntrica o ególatra siempre me hizo sentir eso. Solo parte y no igual. No había diferencia estar en su vida o no –con esto no quiero decir que no me quería--, y si lo contradecía era para no hacerme sentir mal; pero eso se siente. En cambio; yo fui auto-suficiente y siempre que esa persona llego a mi vida trate de mirar de igual a igual…


Muchas veces encuentras personas con cierto abismo en pleno tratamiento o pretensión. Esa persona te ve como un imposible o se siente ínfimo para ti o, todo lo contrario; te hacen ver que esta igual si aparezcas o no.


¡Sino me conoces, conóceme!

¡Si me conoces, acéptame!

¡Si “somos”, construyamos!

¡Si nos queremos, veámonos de igual a igual!


Nadie es un príncipe o una princesa para alguien.

Por ello; quiero que seamos del mismo tamaño.



--Olav. Al. --


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