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Las manzanas del huerto

Una anécdota que sería recordada toda mi vida, donde la unica salvacion y sobrevivencia era comer solo manzanas por tres dias, despues que fuimos estafados por una organización de llevarnos a un evento de turismo, siendo estudiantes de la carrera y mantenidos por nuestros padres la mayoría, no gozamos de dinero extra y eso hacía que este pasaje o relato se convirtiera en una travesía.


Todo empezó como una simple parodia de estudiar unas clases de turismo, y luego en las horas de teoría uno se juntaba con los amigos que mayormente tenían afinidad con uno, pasaron los días semanas y meses, y nos tocó una primera excursión al sur de lima, haciendo nuestro primer reconocimiento de lo que es viajar por invitación del gobierno en una institución a la cual daba por invitado de la ciudadela corta de correviento, es así como se llamaba la mencionada, invitación de hospedarnos dizque en un colegio, en plan de mochileros e invitados de la zona y de paso a conocer y experimentar nuestra excursión del instituto de turismo, cuando de pronto tomamos alza hasta el pueblo dentro de MALA, en el dpto. De Lima, a unos kms. De distancia de la capital. Fue que llegando nos encontramos con la sorpresa que no teníamos ninguna invitación, que llegamos tarde, y que de pronto los fondos del viaje que teníamos por tres días, casi una mitad más uno del salón, nos vimos en la penumbra de recorrer a nuestros bolsillos y el poco dinero que papás nos dieron para hacer el viaje o mejor decirlo nuestra ´pequeña bolsa de viaje, que no excedían los 40 soles cada uno y eso que algunos podrían traer algo más.

Transcurría el día y se terminaba, nos vimos instalados en un pueblito de dos a 3 manzanas de perímetro, había una comisaria, una iglesia, dos bodegas grandes y una cabina de internet para todo el pueblo y lo que era peor solo había un teléfono público encasillado para la gente del pueblo, donde hacía que nosotros no teníamos el derecho a goce de poder usarlo para llamar a la familia y decirles que estábamos bien pero sin ningún duro en el bolsillo, como para poder hospedarnos en un hotel decente por una noche o tal vez dos. Quisimos tomar el teléfono y no nos permitían por que la señora de la tienda nos decía que solo era uso exclusivo de la gente del pueblo, y el internet de la misma manera, era una especie de ciudad ultima dentro de la faz de la tierra o un andino en mitad del camino del Sahara, o lo que es peor un citadino dentro de Transilvania.

Pasamos a buscar el hotelito más sencillo que había dentro de la manzana cerca al parque, y que no era nada barato, pero era uno de los dos hoteles que había en toda la manzana, preguntamos el precio y nos dijeron 20 soles la noche por cuarto, y luego de quedar todo, fuimos como 20 chicos en pleno viaje, quedamos que lo tomaríamos después de elegir si nos marcháramos a la capital o nos quedamos y experimentamos lo que es esto sin quejas y nos regresábamos el domingo por la tarde. Aceptaron todos, y comenzamos a contratar por los cuartos por unos dos noches y tres días, nos dejaron los cuartos más grandes para entrar de 5 o 6 entre todos los chicos en dos habitaciones y las chicas en dos cuartos de igual manera y es que eran casi 9, terminaron de instalarse y después bajamos a comer porque ya era tarde y pasear por la mini ciudad si es que así alcanzaba a llamarse esa zona.

Mis compañeros estaban decididos a quedarse y ver que les podría esperar de nuevo el estar fuera de casa un fin de semana largo y sin intenciones de quejarse o molestarse si alguien trataría de pasarla mal o no le agradaba la idea; llegaban horas de la noche y el viento soplaba, no caía la lluvia menos mal pero si cogía el frio por los más íntimos descubierto el cuerpo que podríamos tener, luego de estar en el cuarto cada quien, empezaba el desborono de muchos y las chicas con los chicos más inquietos y las parejitas empieza a notarse, o el morbo o deseo carnal de muchos surgía propio de su edad, la mayoría no pasaba los 22 años, algunos centrados y otros algo mal de la cabeza como querer drogarse o fumar marihuana dentro de la habitación, un tal conocido como Andy, ese chico sí que era una cosa seria, luego me hice amigo o mejor amigo de el a decir verdad; sin embargo la noche caía cada vez más y fuera de las manzanas conocidas ya no había la luz que podía alumbrarnos, así que decidimos ir en grupos a comprar al otro pueblo que se encontraba a media hora de Correviento, muchos carros y señores de la ciudad nos decía que fuéramos con cuidado y que solo allí podrían encontrar algunas cosas que no tenían en este pueblo, fuimos en marcha para el otro pueblo con un nombre curioso Calango pero que no me acordaba mucho como llamarlo, chicas y chicos hacían caminata en especie de peregrinación, casi todos, algunos preferían quedarse a molestar a las chicas y otros a hacer de las suyas con sus hormonas, total no pensaba ser el tutor de ellos sino de mi vida propia.

Pasamos travesías al llegar casi al pueblo, con todos los chicos, con miedo y el camino era trocha , pasábamos puentes y ríos y no hallábamos luz en ninguna parte , era las seis y media de la tarde que enrumbamos para allá a comprar entre comida y tragos, pero nos dimos casi llegando con la sorpresa que estábamos siendo marginados por estar de visita en el pueblo de correviento, y es que los dos pueblos llevaban rivalidades a muerte, y no podíamos atravesar a pesar de que le dijésemos que no éramos de ninguna de las dos zonas, que éramos de la capital y solo estamos de paseo por el pueblo, pero ni aun así lo entendía. Dimos media vuelta y regresamos por donde habíamos partido hora antes. No se podía creer que tan lejos podríamos estar de nuestras casa para que esto esté sucediendo y tanto orgullo y cólera se pudieran tener ambos pueblos casi hermanados por límites. Ya en el camino nos dieron un jalón por un carro que al final se terminó por malograr por el peso de los que veníamos y el peso de la carga.

Estando en el parque de la ciudad que nos había acogido desanimadamente pero tranquila, estábamos pensando que hacer, muchos de ellos estaban cada quien en su mundo, era viernes y la noche empezaba, cenamos algo como bizcochuelos y gaseosas, entre cuotas comunes y luego más tarde nos esperaría los tragos, ron con coca Kola, comenzaron a conversar y algunos cogíamos más afinidad entre los presentes que estábamos en el cuarto, luego salimos unos cuantos y fuimos al parque a matar el tiempo, dentro de ello, Andy saco su marihuana y comenzó a fumar inquietándome un poco, pero no accedí, el resto con su cigarro en mano y chacotear producto de la edad traviesa que poseían, las chicas en el cuarto del hotel arreglándose para salir y los chicos las vean lindas y no desaliñadas. Pasaron la hora y fuimos a por el trago del hotel que estaba escondido en el cuarto de los chicos, empezamos a tomar y contar chistes y jugar cartas, pasando el tiempo, se hacia las 9 pm y la noche para nosotros recién daba curso a la diversión.

Las chicas salieron y bajaron los chicos a por ellas, con el trago en mano, para beber en la calle, y salir a conversar y conocer y hacer travesuras, caminamos sin sentido algunos 10 entremezclados, y dimos una caminata sin sentido, que terminamos por unos huertos, a espalda del parque, hasta darnos cuenta que detrás de ello se hallaba el cementerio del pueblo, a oscuras, empezamos a seguir caminando y nos encontramos subiendo la mirada con el letrero inmenso que decía: cementerio de correviento, las chicas dieron el tremendo grito que los chicos se quedaron casi sordos, pero pese a ellos algunos muchos se atrevieron a animar a las chicas a entrar el cementerio a oscuras, y ni los celulares se hacían presentes de algunos que tenían, llegamos casi todos y empezaba a surgir las molestias a espaldas de los distraídos y los más curioso a tomarse fotos en pleno panteón, y en el propio letrero de bienvenida que otorgaba la zona como parte turística, luego terminaron los chicos por asustar completamente a las chicas y salir todos corriendo de allí por haber oído algunos ruidos extraños del cementerio.

Siguieron bebiendo el ron cola que traían en las manos, y la hora empezaba a incrementarse, siendo las once de la noche, terminamos por decidir beber en el mismo cuarto, las chicas volvieron al suyo y comenzaba nuevamente el jaleo de las tiradas de puerta, tanto fue el ruido que hacían, que la dueña del hotel ya nos quería votar, y subió a llamarles la atención. Se calmaron ambas partes y empezaron algunas a descansar y otras que decidieron ir al cuarto de los chicos donde me encontraba libando con ellos, y se quedaron porque eran “las más adultas”, hasta que el pasar de la noche terminamos de beber lo que habían preparado y algunos pasamos a dormir mientras que otros hacían de la suya como parte de su aventura hormonal.

El día empezaba con el sol a cuestas, sábado y todo parecía bien, algunos el dinero no nos chorreaba y teníamos que pagar por la noche de ese día por adelantada, y es que la señora del hotel no era nada boba dejarnos dormir en su hotel sin pagar, ya también hicimos que dudasen de nosotros por el mal comportamiento que llevábamos en tan solo un día, a muchos no le quedaban dinero para la comida, a otros si y para darse lujitos, y a otros para el pasaje de vuelta a casa, pero la decisión ya estaba tomada que el domingo seria el día final de regreso, el instituto llamo al delgado del salón y se comenzó a quejar que por que no habíamos regresado si es que la invitación no surgió efecto, que presentarían las quejas para con el gobierno de la zona y que nosotros teníamos que regresar inmediatamente y si decidíamos quedarnos escapaba de toda responsabilidad el instituto, y así fue.

El día empezaba y fuimos a por comprar algo para el desayuno y solo había bizcochos con jugo y nada más, algunos como yo éramos invitados al desayuno, como lo es Andy, ambos nos juntamos e hicimos buena amistad, pero pese a que él era un loco fumon y yo un típico muchacho clásico, nos llevábamos bien, hasta el final del viaje. Llegaban con el desayuno al cuarto y compartíamos los que tenían dinero y con los que no, dentro de ello me incluía; terminamos por tender las camas, y luego el aseo respectivo, daban las diez de la mañana, después de hacer todo ello y conversar un poco, todos se dispersaban como se les daba la gana con quien más afinidad tenia entre chicos y chicas, recuerdo que ese día por las doce comenzamos a estar en el cuarto los tres, un tercer chico que se empato con Andy y yo a la amistad, luego salimos a caminar los tres y conocimos a una familia por allí quien nos invitó a su casa a tomar gaseosa, luego paseamos por el barrio o pueblo, más que pueblo parecía un barrio corto, y luego por la tarde tenía que visitar la iglesia que la abrían, se sumaron los dos que me acompañaban por varias horas de la mañana y rezamos un poco.

Comenzamos a caminar por el parque y conocer lo más recóndito que no pasaba de la hora en echar un vistazo a todo el pueblo. Caminamos con dirección al hotel y no teníamos ninguno de los tres que comer, luego de estar en el cuarto tomando una siesta que no era casualmente una siesta después de almorzar, sino un hambre que nos mataba pero no teníamos que echarnos a la boca, solo nos quedaba en el bolsillo, los cuantos soles que servían para llegar a lima y luego a casa. Andy se desaprecio, Henry y yo no lo hallábamos por ninguna parte, luego decidimos caminar por la manga paralela al parque y cerca al hotel y hallamos un huerto lleno de manzanas, donde no le hicimos caso porque no estaba desintoxicadas, y es que a cada huerto de fruta siempre le riegan veneno para ahuyentar a las ratas o roedores y puedan echar a perder el sembrío, y fin del camino hallamos sonar un rio, fuimos Henry y yo hasta el punto y encontramos a Andy bañándose en ropa interior, ya que no se podía hacer eso en el hotel por tener una ducha comunitaria y siempre estaba ocupada y hasta malograda por culpa de los huéspedes jóvenes, dicho sea de paso la dueña no sabía lo que acontecía en el piso alquilado de arriba.

Andy, por fin te hallamos, fue lo que le dije, te hemos buscado mucho por todos los sitios carajo, que mierda estás haciendo? Dijo Henry, tan peculiar él y su léxico. A lo que Andy responde: estoy bien solo quería bañarme y el calor que no se soporta y vamos de acá que ahorita viene el viejo y nos corretee de acá y encima no podamos llevarnos manzanas. Mi sorpresa fue que comiera de manzanas de ese huerto que estaba seguro con el veneno rodeado por toda la fruta, pero no fue así, porque habían dos manzanas terminadas por las piedras donde estaba Andy bañándose y confirmándose que él había sido quien se había comido esas manzanas, total que no hay muertos y no se ha intoxicado, fue lo que pensé; fuimos camino al huerto cuando salíamos del riachuelo y a por manzanas, nos faltaban manos para sacar, y alimentarnos de manzanas durante el resto de nuestra estancia en el pueblo, no podíamos ponernos exquisitos en cuanto a la comida porque no teníamos ningún duro en los bolsillos los tres.

Cogimos las manzanas que pudimos, camino al hotel con las camisetas llenas de frutas, y que se nos caía en mitad del camino, los tres llevamos manzanas al cuarto y las guardamos sin antes no pasar por los orangutanes de los chicos que si tenían dinero y que querían una manzana gratis, se lo dejamos sin lio alguno y el resto pasamos a guardarlas, y así pasó la tarde comienzo manzanas hasta llenarnos, y luego dormir un momento, empanzados con tanta fruta, para la noche hacer por última vez las nuestras. Llego la noche y despertamos y la bulla seguía con las chicas y los chicos, y los malos comentarios de una chica que había tenido sexo con un chico del cuarto de a lado, los tirones de puerta y los líos se tardaban en hacerse presentes, hice caso omiso a ello y solo fui a lavar unas manzanas para la cena al igual que Andy, y fuimos los dos al parque a comer manzanas y tomar trago que no sé de donde Andy lo había conseguido, sin preguntar solo obedecí a portarme mal. Abandonamos roto el jaleo que se había armado con las chicas y chicos, pasamos a estar bebiendo en el parque y el fumando su marihuana, contándonos anécdotas de chicos entre otras cosas.

Andy tomaba desesperadamente y yo de lo más cordial como especie de cóctel, terminó por embriagarse después de la cena de manzanas y antes de hora de dormir, se terminaba el trago y yo estaba algo movido, pero él estaba en malas condiciones ya zigzagueaba, fuimos al hotel y yo me acosté un momento, cosa que Andy no hizo lo mismo, se desapareció y Henry estaba en pleno padrino de jaleo, luego se separó de todo ello, y me pregunto que sucedía, no haciéndole caso, solo atendí a acostarme un momento. Luego llegaron las 6 de la tarde y todo andaba igual.

Henry me levanto de la forma más abrupta, de golpe, diciéndome que Andy estaba ebrio y estaba tirado por la calle, me levanté de la cama, Salí con Henry a por él y ciertamente estaba enterrado durmiendo en una acera cerca al parque, lo metimos como dos amigos y un borracho mal, a la ducha, los metimos a la regadera, abrimos el grifo y se mojaba todo con ropa y todo porque estaba en especie de borracho tirado orinado por el perro, luego despertó un poco más y se moría de frio, tomamos unas toallas y lo abrigamos y lo metimos a un cuarto vacío y lo acostamos a tal precio que ambos le cambiamos como cual bebe se hubiese orinado los pañales, lo acomodamos y durmió hasta el día siguiente. Henry y yo solo atinamos a seguir con nuestra noche y hacer la última travesura fuera de casa y de todos, nos reunimos con los chicos del cuarto y algunas chicas más armoniosas y pasamos el resto de la noche jugando y contando chistes y bebiendo trago que otra vez no sé dónde sacaban tanto de eso, no teníamos para comer pero si para el beber.

Domingo, es por la mañana, el calor se hacía incesante, despertamos y desayunamos manzanas por tercera vez, Henry y yo no teníamos opciones, luego alistarnos para la hora de salida del hotel que si no nos cobraba otro día la señora, y ya estando todos listos, Andy se despertó sin saber dónde estaba y como había llegado a un cuarto vacío y muriéndose de frio. Le hicimos saber que teníamos solo media hora para coger las cosas y marcharnos de acá, y eso hicieron todos, ya listos a las diez de la mañana pasamos a caminar a paso lento cansados por toda la hazaña que hicimos en el pueblo, sin olvidarlo nunca, recorrimos por última vez el parque y fuimos a la salida del pueblito, llegando a la ciudad de MALA, y tomar recién allí el bus a Lima, después de tanto y todo, tomamos el bus y algunos les faltaba completar el billete para subir mientras que otros ya estaba estacionados arriba en sus asientos, Andy era uno de los que no tenían ni como para volver a casa, hicimos cooperación para él y una chica, y subimos todos y a la capital que nos esperaba, la ciudad a pesar de todo se portó bien y nosotros aunque un poco mal nunca la olvidaríamos porque fue parte de nuestra experiencia, de nuestra razón de por qué somos viajeros y podríamos dedicarnos a eso toda la vida, y así fue una gran aventura de la cual nunca y ni nadie se olvidaría del pueblito.

*/ Con el debido respeto los nombres de las ciudades de invirtieron por falta de recuerdos.

A Calango que nunca nos olvidares y juramos que volveríamos cada quien a recordar la hazaña de comer manzanas por dos días casi tres.

-Olav A.-

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