EL PODER DE ACOSO SEXUAL - Parte II
- Olav Alcántara
- 25 may 2022
- 2 Min. de lectura
¿Se trata de un halago para el hombre recibirlo?
¿Se trata de una ofensa para l mujer ser acosada?
¿El silencio para ambos sexos, victimas del acoso sexual es motivo para retener un bien, un servicio o responsabilidad remunerada?
Nos hemos puesto ciegos para tocar estos temas; tal vez, la mujer cuando denuncia tiene todas las de ganar, o de perder, sobre todo, la plena convicción de verse decidida a denunciar tal hecho y que sería atendida en los diferentes organismos del país. Pero para el hombre, es motivo de burla, de mofa por parte de las cabezas del centro de trabajo o delos efectivos policiales y lo que es peor, te llegan a decir: “hazle caso, hazle el favorcito. ¿Eres hombre o no?"
Te quedas perplejo de la ignorancia e que no te hagan caso y decides callar para cubrir la vergüenza de la sociedad, pero ¿Dónde queda nuestra integridad violentada por un acoso femenino?, ¿no hacemos caso? O tal vez, ¿no le cuento a nadie para no me ofendan? Pues bien, el acoso sexual en cualquier situación no es bien visto y mucho menos, un alago para nadie que se fije en ti; es más bien, una manera descarada, inescrupulosa de acercarse a alguien de mala manera sin que puedan acosarte porque tienes influencias, cargos altos o simplemente porque tienes el poder de hacerlo, de violentar las emociones y la estabilidad psicológica de un ser humano.
No permitamos que esto siga ocurriendo por el que dirán de nuestro sexo o sexualidad, que se ponga en discusión nuestra orientación cuando lo más importante es por lo que se pasamos los que fuimos acosados de un modo u otro en nuestros trabajos. No tengamos miedo a enfrentarnos a la sociedad, al sistema por más que se quede impune nuestras denuncias…
El acoso termina cuando empezamos a hablarlo.
--Olav Al.--
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