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Una casa, lugar donde se encuentra nuestro espacio intimo, familiar, amical y sentimental, que no sentiriamos por nuestra casa, sabiendo que fue el mejor lugar donde nos criamos y esto va a ella.


Empezó un día que dentro de una gran casa, la crianza se fue extendiendo infinitamente, viviendo con mis padres y demás familia paterna que eran de buen agrado, aun con el gruñón del tío político que tenía en ese momento, forjaban los 6 años de edad, cuando nos mudamos de casa, de un distrito a otro, de polo a polo como comúnmente se dice en este lugar, mi hermano y yo la pasábamos bien, él tenía solo 4 años cuando todavía era más que un niño, un ingenuo e inocente criatura, de la cual no permitían que papas, hicieran que nos sintiéramos mal por la mudanza y se encargaban de darnos seguridad, techo, comida, vestidos y educación, así fue transcurriendo el año , los diferentes partidos políticos, los desarrollos de gobiernos que para nosotros era más que ajeno, solo existía nuestra casa y nuestro pequeño colegio a unas pocas cuadras de casa, vivíamos en el primer piso, una casa súper grande acompañados con los dos tíos políticos de papa, don francisco y la señora Nelly peinado, nunca lo olvidaríamos a pesar que estamos ahora más crecidos que nunca, continuando con la casa, era cerca de una quinta donde los dueños eran estos mismos tíos, muy independiente de su casa a lado que tenían de dos pisos y que vivamos juntamente; mama se llevaba bien con la señora Nelly, y poco con el primo de papá, eran muchos mayores que los dos, mi madre le servía como especie de atención por vivir en su casa, ella los atendía como si fuera su propia casa de reposo y que sus hijos que estaban en el extranjero no se preocupasen por sus padres, mi madre nunca se despreocupo de nadie en particular, siempre fue madre y sirvienta para esa familia que se empezaba a tornar más una familia con dos o tres apellidos compuestos.

Un día, nos teníamos que ir de la casa de allí a pesar de los 4 o 5 años que vivimos juntos, para pasarnos en la casa de arriba más independiente, pagamos alquiler y solo ya era nuestra familia y los tíos políticos continuaban viviendo en el primero, la casa más grande, los dos viejos solos, para nosotros fue un alivio, pero las labores de mamá seguir cumpliéndose también para con ellos y la abuela Esther que de vez en cuando o ciertas temporadas llegaba a la ciudad capital a quedarse con nosotros, mamá era una mujer sola y sus dos hijos, en ese entonces ya también vivía nuestro primo que mamá adoptaba, mi padre viajaba por que hacia cargas de frutas en los diferentes camiones de ciudad en ciudad y solo lo veíamos una vez a la semana o casia ala quincena, enamorados de él, siempre nos alegrábamos cuando llegaba a casa, mamá se ponía muy contenta y les daba seguridad sobre todo por la familia política que teníamos abajo. El tío gruñón siempre era medio misterioso, y súper celoso con su propia mujer, y miraba a mi madre con deseos morbosos, era una especie de conde con el cerebro lleno de basura, se enfadaba por todo y hasta por el ruido que mi hermano y yo hacíamos al jugar, cuando ellos se iban de viaje solo era momento de descansar, porque era la casa solo para nosotros y nada más. Los viajes que tenían eran súper largos en la casa de sus hijos en el extranjero.

La relación de papa con ellos era siempre era familiar y de distancia, pese a que vivamos en su casa en la parte superior, y también mama empezaba a enfadarse por que el tío abusaba con los horarios y los servicios que mamá tenía que darle con respecto a la alimentación, y salud, no le pagaba ni un centavo y encima comía don el diario que papa dejaba para la comida de nosotros. Eran una especie de conchudez pero como mamá no quería problemas con él ni con papa, los atendía a sus anchas, la señora Nelly era un poco más buena y más amiguera de mama.

Pasaba el tiempo y los años y los partidos y gobiernos cambiaban, el terrorismo azotaba la ciudad y las bombas lacrimógenas también como los apagones y los diferentes altercados en la ciudad, por toda la transición y ejecución de las guerras civiles, el toque de queda era inminente, y las huelgas o paros en diferentes áreas o aspectos del país se desarrollaban de manera grotesca como los médicos, profesores y trabajadores civiles, era todo un caos por la época del 89, recuerdo todo como si fuera ayer con tan solo 6 años de edad, pero siempre tuve una memoria increíble y una meditación para lo que acontecía, y pensaba que algún día me convertiría en escritor y redactaré todo lo recordado y acontecido en las diferente ciudades que he vivido, y así esta sucediendo, íbamos mi hermano y yo a la escuela y en algunos momentos no estudiamos como seis meses, por las huelgas que se desataron y las bombas lacrimógenas nos invadían, corríamos a casa con mamá a escabullirnos en el lugar más recóndito porque las mencionadas bombas invadían todo el aire que percibíamos y nos dolían los ojos, nos desesperamos muchísimo, y mama más aun, lloraba pensando que nos íbamos a morir, era una cosa de nunca terminar, en especie de estar en medio oriente y vivir lo que los israelitas y palestinos viven hoy en día tras 50 años de guerra incesante.

Luego de vivir unos cuanto años más en el segundo piso de la casa de los peinados, crecíamos todos, los tíos políticos, papas y nosotros los dos pequeños hermanitos, teníamos una vida muy tranquila, el gobierno había cambiado y entraban un asiático-cholo a gobernar, eran tiempos de los 90, y el cambio se hacía notar poco a poco, terminaba la primaria a punto, viví la mejor época de colegio que pude vivir, y en único espacio social que podía darme el lujo, no salimos cuando estábamos en casa, hacíamos las tareas y mamá empezó a trabajar después que tuvo complicaciones con el tío gruñón y empezamos a vivir en la parte posterior de la casa donde finalizaba la quinta, en una casa maso menos vieja pero grande para estar tranquilos, mama se zafó de poder atenderlos o seguir siendo su sirvienta, papa ya laburaba en lima con más seguridad y es que cambio de empleo, independiente pero era distinto, pagamos alquiler más aún, y donde ella comenzó a trabajar para ayudar en la casa, dejándome al cuidado de mi hermano menor, lo recuerdo hoy como si hubiese sido ayer, era una cosa de independencia y supervivencia, el país estaba empezando a estabilizarse pero no había mucho empleo y menos un buena economía, se estaba levantando de toda la masacre y guerras civiles, detenían a todos los narcotraficantes, y cayeron más presos corruptos de estado, clausuraron el congreso y los tanques daban vueltas para captar a todo lo malo que acontecía en las calles de lima, la ciudad era un caos todavía, pero se estaba ejerciendo el libre comercio y libre ayuda a los más necesitados por parte del gobierno, todo se extendía para mejoría del pueblo, pero también hubo lo que se llama el paquetazo donde las cosas habían solo limitadas, a lo que se refiere a productos de primera necesidad, leche, pan, arroz azúcar, aceite, etc. Solo tenías que hacer colas para comprar un producto para cada persona, la canasta básica era insuficiente para poder vivir mes por mes, las cosas se terminaban muy rápido, y más cuando tenías niños pequeños en casa, en nuestro caso necesitábamos pero más para nuestra alimentación balanceada por lo que frecuentábamos el colegio en esas épocas pero no eran cosas de lujos. Y aunque teníamos nuestra edad ya de 10 años y mi hermano de 8 era siempre consumir leche en casa y todo lo que se podía llevar uno del mercado con las colas interminables.

Terminamos de estudiar la primaria, el gobierno seguía poco a poco mejorando, mama seguía trabajando pero esta vez nos mudamos de barrio y de la casa de los tíos políticos para siempre, vivíamos a unas manzanas debajo de donde vivíamos cerca del riel del tren, era una zona más residencial y gustosa, mama empezaba a ganar más dinero y papa lo mismo, hasta que nos independizamos del todo de los primos de papa, alquilamos unas 3 piezas grandes y formar nuestro pequeño departamento, yo me hacía cargo de mis hermanos menores, ahora eran mi primo y mi hermano, mientras que íbamos a la escuela a terminar la primaria, era nuestro último año, para el menor le faltaba aun, mi tía hermana de mi madre, empezó a vivir también cerca de nosotros en la misma manzana y ella veía por nosotros en cuanto a cocinarnos, ella formaba su reciente familia con su nuevo marido y su nuevo bebe que había nacido. El pequeño junior; todos los días íbamos al escuela en moto taxi especie de moto con taxi, juntamente en el paradero, todos los días por la mañana formábamos a esperar el carro y sino pues juntamos para irnos en moto porque si no llegaríamos tarde. Hicimos amistad con una chica que también iba cerca a nuestro colegio, era más grande que nosotros, cursaba el tercer año de secundaria para mujeres, y nunca olvidaría su nombre, Regina, una chica blanca, llenita y cabello ensortijado y con su gorra, era una especie de chica de barrio malandra sana, solo era apariencia, nos cogió cariño y nos jalaba al colegio como también compartíamos la misma moto taxi para ir a escuchar clases. Así duramos como dos años más porque ella terminó la escuela secundaria y no la vimos más.

Cursábamos la escuela secundaria para varones mi primo y yo, mientras que mi hermano todavía estaba en el quinto grado de primaria, en otro colegio para menores, nuestros días se pusieron muy contentos, vivíamos en una cuadra en la cual había buenas familias y gente acomodada, rozamos con muy buenos amigos y personas, recordar a Eddy, Jessica, Fabiola, Fernando, Leslie al señor Zósimo, el señor Elmer, y su esposa Elsa, y su hermana que no me acordaba como se llamaba, pero eran unas familias de buenos principios y valores, siempre nos querían y sobre todo a mi familia, éramos un cuadro familiar muy reservado y papá casi nunca se dejaba ver, mama ni que pensarlo, todo el día paraba en la calle, en su trabajo, para darnos todo lo mejor y a su sucedió por mucho tiempo, |aprendimos más de la vida, cursábamos por el secundario, conocíamos amigos nuevos y etapa nueva que experimentar, empezaban las chiquilladas, el gusto por las chicas, y todo lo que respecta a una edad pubertad, con inquietudes y esperando que nos confirmen todo a su paso.

Llego el momento que nos enteramos que vivíamos en una casa que alquilamos la parte de adelante, y la de atrás vivían los dueños que nunca se les veía, había solo dos niños, Alex y Kathy, la cual a la niña yo le ayudaba a hacer sus tareas y la recogía de la escuela, y el pequeñito solo tenía meses de nacido poco menos de un año , estaban al cuidado de su hermana de la señora, pero no podía con ellos, luego llego una empleada pero se les terminaba por irse a la semana, los señores, viajaban mucho y en la cochera solo dejaban una camioneta, luego llego un empleado del señor, esposo de la señora Sofía, y se quedaba al mando de la casa, terminando por encariñarse con él bebe nunca se marchó de allí, él sabía todo lo que se dedicaba la familia. Eran narcos, como bien se lee en las palabras, narcotraficantes, llegaban con la camioneta vacía después de hacer cargas y descargas en diferentes puntos del país, nos enteramos por que a nosotros los menores de casa nos siguieron la policía, a mama la siguieron hasta su trabajo, y a papa lo atracaron el casa, pero se libró porque nombró a un comandante y era conocido para él, luego que éramos inquilinos y no sabíamos nada de los dueños. Luego al llegar todos en casa, en la noche reunidos decidimos que teníamos que salir volando de allí, porque nos involucrarían en el narcotráfico, y así sucedió. Buscamos casa por todo un día y encontramos, sin decir nada nos marchamos de la casa y por nuestro bien era necesario. Cambiamos de barrio nuevamente pero a pocas manzanas de allí para no perder a nuestras amistades y sobre todo no traumarnos con un cambio nuevo y drástico.

En el barrio san Martín de Porres, conseguimos unos dos cuartos grandes para poder vivir con todo la familia, éramos cinco y necesitábamos espacio pero como todo fue muy rápido no podíamos ponernos muy juiciosos con las habitaciones. Conocimos personas del pueblo de mama, y personas buenas en esa casa en toda la esquina del parque, los dueños eran ancianos y el hijo encargado de alquilar era muy caballero, los dos hijos menores José y el gordo capulina como lo llamábamos eran unos mantenidos y ociosos, no hacían nada por su vida. Vivimos allí por dos años haciendo una comunidad muy agradable, encontramos amigos nuevos sin olvidarnos de los que fueron los del otro barrio anterior jamás, pero la vida continuaba, papas trabajaban pero todo era más tranquilo, nosotros nos dedicábamos a estudiar y hacer los deberes de casa después que llegábamos de la escuela, almorzábamos porque tía socorro nos cocinaba; las vecinas eran buenas se encontraban: Nancy, fela, marquitos (su hijo), iris, deivis, Maritza, Carmen, laritza, Daniel, Ana y demás inquilinos.

Nos mudamos nuevamente a la casa de los peinados, cursábamos el 3er año del secundario y el menor a 1ro del secundario en el mismo colegio de varones, nos fuimos de allí porque papá tuvo la grandiosa idea de hablar con sus primos políticos, ellos eran viejos y sus hijos querían que nosotros los viésemos pero sobre todo la casa la cuidáramos, mama acepto con el motivo de pagar alquiler para no deberles nada y no servir a nadie. Y así paso, nos mudamos con el dolor de nuestros corazones, no queríamos ir de nuevo allí mi hermano y quien hablaba, era una especie de retroceder y no podía entrar en nuestras mentes, pero papas eran los que mandaban y nosotros solo obedecíamos, fue una época de agosto cuando aparecimos por la casa grande del primer piso a vivir, el señor segundo hermano de la señora Nelly y primo lejano de papa también, nos confiaron la casa, los viejos se mudaban a Venezuela, a con sus hijos.

Nuestras vidas se volvieron amargadas, porque yo no quería nunca volver allí, por más grande que la casa era, y linda, mama siempre le tenía cuidados a lo que no era suyo, allí parábamos con mi tía socorro, hasta terminar de almorzar y ella regresaba a su casa con junior su hijo menor, hacíamos las tareas y siempre encerrados, nos trae muchos recuerdos esa casa porque allí nos hicimos niños y adolescentes, pero muy anti sociópatas, y nuestra burbuja era eso, pensaba que íbamos a volver a lo mismo ahora cuando ya estábamos más crecidos, faltaba año y medio para terminar el secundario, pero nuestras vidas se veían reflejadas solo por la ley de vivencia y súper vivencia. No era casi nada motivantes. Después de cada cierto paradero los viejos llegaban a casa por unos meses a vivir desde su retorno a Venezuela, pero se ponían un poco pesados y con nosotros mucho más, hasta el punto de llegarnos aburrir y querían retornar después de tiempo a vivir allí sus últimos años, el tío gruñón estaba muy mal y quien volvía era solo la señora a por su casa y ver familiares, hasta que él falleció y la señora se quedó por siempre en casa, era una especie de cambio de metamorfosis, porque se convirtió en una señora amargada y muy antipática, tanto fue que se terminaba peleando con mama de la forma más mezquina que podíamos creer, ya estábamos terminando el secundario y mama decidió, mudarse por que no la aguantaba más y a tal punto que la indispuso frente a sus hijas en caracas que nosotros le negábamos todo y que éramos unos recogidos o intrusos en su casa, cuando nosotros pagamos alquiler por vivir allí.

Pasaron los tiempos y nos mudamos nuevamente a un nuevo barrio cerca en el mismo distrito, al parecer nunca salimos de ese municipio, nos hicimos jóvenes grandes, y aunque nos hayamos criado mis hermano y yo con la cultura venezolana, porque eso era lo agradable que podíamos haber ganado, teníamos la comida, dulces y regalos que si obtuvimos al vivir con los peinados, nunca lo olvidaría, a pesar que mama tenia familia venezolana viviendo allá, pero perdimos comunicación por casi muchos años, nos pegamos más por la parte de los peinados, pero Edward y yo siempre aprendimos algo nuevo, conocimos un barrio nuevo pero no amigos nuevos por mi parte, solo encontré en la capilla cuando me preparaba para hacer la confirmación, y empezaron mis mejores años, mi término de la escuela y mis mejores años de elección y decisión, los 16 cuando quise rotundamente ser sacerdote y aunque a mama no le convenciera la idea igual no pudo dejarme ser.

Nos enteramos que la señora Nelly falleció también en Venezuela y la famosa casa se vendió al poco tiempo, toda completa, pero siempre estará allí para recodarla cerca a la riel del tren lleno de piedras y al final de casi una fábrica de zapatos, por la acequia descubierta que nos e podía canalizar, pasamos momentos muy agradables y muy malos pero es y ser parte de nuestras vidas, por mala convivencia que haya sido estar con los peinados. Y en el recuerdo quedaran ambos…

Hoy en día cada quien logra sus propios objetivos perdónales e intereses, vivimos bien y con buena cálida de vida, pero mi casa siempre fue para mí lo mejor con todas las enseñanzas que mamá nos dio y los padres que tengo son de lujo, somos lo que somos por ellos a pesar que la vida los haya golpeado muchísimo, nunca dejaría de amar mi hogar, más que mi casa porque no la tengo, siempre confundimos esa parte casa con hogar porque no es lo mismo.

Agradecer a la casa de los años 89-90 que fue nuestra mejor crianza y mejores momentos vividos en este país. Nunca lo olvidaríamos…


-Olav A.-

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