top of page

HAY QUE SER BUENOS


Una simple expresión que se escribe de lo más común, una oración gramatical con fonética infantil que encierra la inocencia de las palabras para decirnos una sola cosa. Llamados a la dádiva, bondad y lo que trae consigo.


Tal vez sea una visa para el cielo, un pasaporte para el paraíso, donde lo importante e imperante es ofrecer, dar lo que fuere para que otro cambie de parecer. Rostros confusos que con una sola actitud puede cambiar muchas vidas; está en nosotros poder dar un poquito de lo que tenemos y lo que no; pues, cambiemos la letra a la austeridad.


Con cuantas almas nos topamos día con día, en diferentes escenarios. Personas desesperadas por una moneda, una ayuda, un pan, un abrigo en este invierno frígido y mutilante, donde las esperanzas se desaparecen conforme el viento raspa y golpea la cara de quien va caminando en la acera.


La indiferencia de no sensibilizarnos y mucho menos humanizarnos, hace que cada vez nos roboticemos a tal manera que no veamos a quienes pasan por penurias y precariedades.


Es verdad que no somos una ONG, o ayuda humanitaria para todos en esta situación difícil que nos ha tocado vivir a muchos, perdiendo o no su mayor fuente de ingresos como el trabajo, pero también está la posibilidad de surgir con ayuda que no llegan a muchos rincones del país; sin embargo, existe la grandeza de muchas pocas personas que habitan con un gran corazón y humildad para ofrecer lo que tienen y lo que no; contagiando con una sonrisa a los demás, como lo hizo Jesús en la multiplicación de los panes y el pescado. Solo es contagiar y propagar ese corazón que habita en nosotros que muchas veces no podemos sacarlo por temores.


Seamos buenos, es tan sencillo como anteponer en tus pensamientos frases de aliento y de servicio a la comunidad. Dos toques mágicos que hacen que cambien el mundo de hoy en medio de guerras y de indiferencia que asolapa nuestra quietud de no hacer nada por nadie, ni por nuestra familia.


Pensemos, actuemos sin juzgar y solo sirvamos, que es lo único que cuenta en la tierra para que nos puedan dar esa visa para subir al cielo y ese pasaporte para entrar al paraíso.


“Dar cuesta mucho, pero dar no cuesta nada”.

--Olav Al.--

Entradas recientes

Ver todo
EL PODER DE ACOSO SEXUAL - Parte II

¿Se trata de un halago para el hombre recibirlo? ¿Se trata de una ofensa para l mujer ser acosada? ¿El silencio para ambos sexos,...

 
 
 
EL PODER DEL ACOSO SEXUAL

Para de verme así, Como si fuera el Adam, la manzana del pecado, el primer y único hombre del paraíso; Para de escribirme, Como si fuera...

 
 
 

Comments


© 2018 por Olav Alcántara. Creado coh Wix.com

bottom of page